Capítulo 12 (Final): Una noticia inesperada



Después de la fiesta de promoción, solo lo vi en enero, en dos ocasiones, la primera vez yo estaba regresando a mi casa de la panadería, él me vio a lo lejos y se acercó corriendo, estaba sonriéndome como siempre, me acompañó hasta llegar a mi casa y se despidió de mí con un beso en la frente, me sonrojé y le dije que se cuide mucho.

La segunda vez que lo vi me abrazo muy fuerte y me dijo: Mariana sé que cumplirás todas las metas que te propongas, nunca cambies tu forma de ser, así eres muy especial para mí, me tengo que ir pero sé que nos volveremos a ver, te lo prometo, en ese momento sin dejarme decir nada lo vi alejarse muy triste, empezó a correr y pude notar que estaba llorando, me quede ahí quieta viéndolo alejarse y recordando cada momento que habíamos pasado todo el año de sexto de primaria, se me salieron las lágrimas y tuve que regresar a casa con esa sensación tan rara de sentir alegría y tristeza a la vez, tuve un presentimiento parecía una despedida pero era pequeña para entenderlo en ese tiempo, solo ahora puedo comprenderlo perfectamente.

Unas semanas después me enteré por un compañero, que Manuel había viajado a su tierra natal para estudiar su secundaria allá, junto a sus padres, lloré mucho ese día, desde aquella vez no pude dejar de pensar en Manuel cada día que pasaba, solo esperaba a volver a verlo pronto, aunque sabía que serían años hasta que eso pasara.
Al entrar a la secundaria en un colegio de mujeres, les conté a mis nuevas amigas sobre  mi primer amor. Manuel siempre estuvo presente en mi vida, a pesar de no verlo, el solo recordarlo me hacía volver a vivir los momentos que pasamos juntos.

Después de siete años me enteré que había regresado, cuando me contaron eso, tuve muchos sentimientos encontrados, no sabía como sería volver a verlo después de varios años, gracias a un amigo logré contactarlo por Facebook, él estaba emocionado por volver a verme al igual que yo, fue tan bonito que parecía mentira lo que pasaba, me llamó al celular y escuche su voz por primera vez en años, le di gracias a Dios por haberlo traído de vuelta a mí, pero tanta felicidad no podía durar mucho, no me di cuenta a tiempo que él estaba mal y él por no preocuparme no me lo dijo, se le veía tan bien, estaba trabajando y estudiando a la vez, quería ser enfermero, siempre se preocupaba por cuidar a los demás, es algo que siempre admire de él, nunca mostraba sus penas y siempre sacaba una reluciente sonrisa a pesar de todo lo que le pasaba.

Mi querido Manuel, mi primer amor, falleció a los 20 años, el cáncer lo agarro con fuerza de la noche a la mañana y en pocos meses se lo llevo para siempre, cuando me entere de la noticia quede en shock, no me lo creía, aún ahora después de años no logro asimilarlo completamente, a veces siento que lo veré algún día en algún lugar con esa reluciente sonrisa dibujada en su rostro.
Al final, la última vez que lo vi si pude confesarle todos mis sentimientos, esos que había guardado por mucho tiempo, se lo confesé aunque fue demasiado tarde porque nunca podré escuchar su respuesta, pero al menos sé que pude decirle todo, sé que me hubiera arrepentido si me lo hubiera guardado para siempre, pero después de haber llorado tanto, hoy puedo decirte querido Manuel, gracias por la maravillosa historia que pase contigo, siempre te tendré en mi corazón y sé que desde el cielo tú siempre me cuidas, mi primer amor.




En memoria de J.L.E. (2012)


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