Capítulo 3: Viendo la danza


Durante la semana estuve desanimada, tenía que hablar con mi profesora de educación física aunque no quería hacerlo, la encontré un día antes del primer ensayo de la danza, estaba en el aula de tercero A, después de hablar con ella me fui a mi clase de Ciencia y Ambiente, vi a Manuel entrar a su salón tan feliz como siempre con su bonita sonrisa, me hubiera gustado ser su pareja me dije a mi misma, y, sin que se diera cuenta de que lo observaba, entré a mi aula. A la hora de salida me fui temprano, mi hermanito faltó a clase así que no tuve que esperarlo, me quería quedar un rato a esperar a Manuel porque aún no salían los de su salón, pero estaba tan desanimada que decidí irme sola.
Al día siguiente tocaba el primer ensayo, todos los que iban a danzar tenían que estar en el patio y el resto que no participaría tenía que estar en el aula haciendo una pequeña tarea que dejo la profesora, Manuel estaba afuera de mi salón llamándome ya que casi todos estaban bajando, menos yo, me acerque a él y le dije que no bajaría, me pregunto sorprendido por qué?, le dije que no participaría en la danza ya que mis padres no querían porque estaban en gastos, vi su rostro al escucharme,  estaba desanimado, pero comprendió que no era porque yo no quería sino por otros problemas, pero mientras bajaba las escaleras me dijo en voz alta: ¿me veras mientras ensayo verdad?, y noté una pequeña sonrisa en él que me alegro el momento, me puse a hacer la tarea y la acabe rápido para ver el ensayo, algunas de mis compañeras que se quedaron conmigo también terminaron rápido así que juntas nos pusimos en el balcón a ver como danzaban los demás, mientras lo veía danzar por un momento me imaginé como sería si yo bailara con él.
Ya en el día del concurso, fue bonito pero solo fue mi imaginación, en eso en pleno baile y al ver que lo miraba, me empezó a enviar besitos bolados delante de todos mis compañeros e incluso de la profesora, no le daba vergüenza, yo me puse roja, mis amigas que estaban a mi lado me empezaron a fastidiar y mis compañeros que danzaban con él nos fastidiaban aún más, pero a él eso no le importaba y seguía haciéndolo, yo no sabía que hacer o donde ocultar mi cara de avergonzada, pero no voy a negar que fue un lindo detalle de su parte; además, era la primera vez que alguien me mandaba besitos volados, mientras todos se reían y nos fastidiaban pude notar que Sami, mi amiga y pareja de baile de Manuel, me miraba de una forma extraña parecía enojada conmigo, aunque no sabía porque motivo, pero no le tomé mucha importancia en ese momento ya que estaba más preocupada por encontrar un lugar donde ocultarme para que dejen de fastidiarme.
Pasaron dos semanas y ya casi estaba todo listo para el gran día del concurso de danzas, estaba emocionada y con la ilusión de que mis compañeros ganen, aunque yo no iba a participar, solo iba a ir a verlos. En realidad, quería ver especialmente a Manuel con su traje, me imaginaba como se vería.
Llego ese gran día, en concurso iba durar hasta la noche, a  los alumnos del sexto grado les tocaba como a las siete de la noche. Así que estuve con mis amigas conversando, paseando y comiendo panchos hasta que llegue el turno de mis compañeros, pero algo me estaba preocupando, no vi a Manuel en toda la tarde y era raro porque unos días antes me dijo que iría temprano. Ya faltaba solo media hora para que sea el turno de sexto, así que me puse en el balcón para poder ver mejor desde ahí, me quedé sola ahí porque mis amigas estaban con sus madres abajo, ya estaba oscureciendo así que prendieron las luces del colegio y el patio se ilumino, era una noche fría pero especial, mis compañeros ya estaban listos y los del A también, pero Manuel no estaba, me preocupé, nadie me dio razón, cuando pregunte por él, todos empezaron a alistarse porque en unos pocos minutos empezaba el baile. Me puse a ver por todas partes y no vi a Manuel, y la danza empezó, pero solo faltaba él, mi compañera se quedó sin pareja, yo estaba queriendo disfrutar el baile pero no podía porque pensaba en él y en lo que podría  haber pasado. En ese momento, volteo la mirada y veo que él estaba a mi lado, había subido sin que yo me diera cuenta, yo estaba tan distraída que ni sentí que alguien venía. Él me dijo: te puedo hacer compañía, le dije que sí, y me dijo (con una expresión triste) que habló con la profesora hace unos días, le dije que no participaría, hubo problemas en mi casa, mi papá se puso mal y mi mamá no me mando para pagar el ensayo y el disfraz, no quise incomodar a mis tíos por eso no les pedí dinero, yo lo abracé y le dije que no se sintiera mal, pues todo pasa por algo, le dije que no siga pensando en eso, que mejor disfrutemos juntos de la danza, que lo están haciendo muy bonito, ya tendremos nuestra oportunidad de participar en otra, a lo que él me miro, y me dijo: que bueno que me abraces tú, lo necesitaba mucho, a veces me siento solo, pero cuando estoy contigo se me olvida todo y me siento bien. Ambos sonreímos y nos quedamos viendo la danza, que finalmente terminó con el triunfo de nuestros salones.

Empezamos a celebrar en el aula todos juntos, fue un momento muy especial, pero hay algo que me inquietaba, empecé a notar que Sami me veía con molestia, ella era mi amiga pero desde ese día todo cambio.  





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