Capítulo 6: Una tarde en su casa
Estuvimos
paseando con mis amigas viendo los animalitos y jugando en el columpio, Manuel
estuvo cerca de mi casi en todos los lugares donde iba, me miraba y se reía,
fuimos a reunirnos con
todos los profesores para almorzar, luego fuimos a una cabaña donde habían
muchas aves de diferentes colores y tamaños, fue hermoso, también había una pecera
gigante, Manuel estaba haciendo sus payasadas, besando la pecera cada vez que
un pez se acercaba, era un niño extrovertido pero así me gustaba mucho tan
alegre siempre a pesar de todo y de estar lejos de sus padres.
Ya
era como las seis
de la tarde y teníamos que regresar al colegio para ir a casa, los profesores
nos reunieron de nuevo en filas para ir al bus, nos sentamos de nuevo juntos,
estábamos cansados, y sin darnos cuenta ya estábamos durmiendo apoyados en
nuestros hombros, estaba muy cerca de él, pero no sentí mucha vergüenza porque
todos estaban durmiéndose y nadie nos miraba, así que me quedé así todo el tiempo hasta llegar al
colegio, fue lindo, pude
oír que susurró
muy despacio: Te quiero mucho, Mariana,
eso hizo que mi corazón latiera muy fuerte, y dije muy despacio: yo también,
aunque nunca supe si lo escucho o no, pero lo dije.
Días
después fui a casa de mi amigo Gabriel, él era primo de Manuel por eso vivían
en la misma casa, fui con una amiga y un amigo más porque teníamos que
practicar una obra teatral, ese día decidí usar una gorra con una flor muy
bonita que mi mamá me había comprado, toque la puerta un poco nerviosa porque
sabía que Manuel también estaría ahí, además era la primera vez que iba a esa
casa, justo él me abre la puerta y para sorpresa mía y de mis amigos que
estaban a mi lado, estaba con el cuerpo desnudo solo con una toalla de la
cintura para abajo, fue muy impactante, me puse roja y él también, se
avergonzó, y más él al
ver a los demás observándolo así, fue la primera vez que vi a un chico con el
pecho descubierto y en toalla, no olvidaré eso y su expresión, luego mi amigo
salió y nos hizo pasar a su sala, Manuel se fue a cambiar, entonces nosotros
empezamos a practicar, como
yo era la narradora, me senté y empecé a dirigirlos, luego de un rato Manuel
quiso entrar a la sala donde estábamos ensayando pero mi amigo Gabriel no
quiso, le cerró la puerta y le dijo que no molestara, pero él siguió
insistiendo, decía
que no molestaría, que solo quería ver como actuaban, luego de tanto insistir
lo dejamos pasar, se sentó el
frente de mí,
estaba tranquilo pero disimuladamente me miraba y yo a él, me distraía, trataba
de concentrarme en seguir la narración, pero al sentir que me miraba no podía evitar voltear a ver
también, luego de ensayar por más de una hora decidimos descansar un rato, mi
amigo puso música y empezó a cantar como loco, aproveché en decirle a Manuel porque me miraba
tanto, a lo que él
me respondió: es que te vez muy bonita, y más aun con esa gorra… me sonrojé y, cuando me distraje, me quitó mi gorra, se la puso y todos nos reímos, se le veía raro, lo perseguí para
quitarle y estuvimos jugando así como media hora, nos relajamos un rato y luego
continuamos con el ensayo, antes de irnos Manuel me dijo: espero que vuelvas a
visitarnos pronto, me gustó
pasar esta tarde a tu lado, me divertí
mucho, no sabes lo bien que me siento al estar contigo, riéndome y jugando así,
cuídate mucho Mariana. Con una sonrisa me despedí de él y de mi amigo, nos
vemos en el colegio, y le dije que sí, que volveríamos
otro día para hacer algún trabajo o para ensayar otra obra, le
agradecí y nos fuimos.
Al
llegar a mi casa, fui a mi cuarto me eche en mi cama y estuve pensando, ya
faltaban solo dos meses para acabar el año, sabía que extrañaría a mis amigos,
incluso ya los extrañaba sin haber acabado el colegio, ¿que pasaría con este sentimiento que
sentía hacia Manuel?
si ya no podría verlo como todos los días, sería igual o tal vez cambiaría, todo eso rondaba en mi cabeza, era la primera vez que no
quería que el año se acabe tan rápido.
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