Capítulo 4: Sami no es la misma

Era la hora del recreo y como ya era costumbre para mí, me iba al quiosco a comprarme una gelatina o algún otro dulce, luego paseaba con mis amigas o jugábamos a las chapadas, pero algo paso ese día, se me hacía raro no ver  a Manuel jugando trompo y futbol con los demás, fue en ese momento que mis amigas Jenny y Carmen  me llamaban desde el segundo piso, ellas eran altas y mayores que yo, me dijeron que querían que les preste mi cuaderno para que se pongan al día, yo subí sin saber que tramaban algo, en el momento que entré al salón ellas se quedaron  afuera, me cerraron la puerta, y de abajo de la carpeta salió Manuel, me asusto y empezó a perseguirme, me avergoncé mucho, estuvimos corriendo alrededor de las carpetas y nadie me habría la puerta, Manuel me dijo cuidado que te caigas, y justo ahí me tropiezo y casi me caigo pero por suerte él me sujeto y me abrazo de una forma tan especial que sentí su corazón latiendo muy fuerte, no quise mirarle a la cara, ese momento fue mágico para mí nunca había estado tan cerca a un chico antes, él me agarro la mano, me miró muy fijamente a los ojos, yo no pude resistir verlo tanto tiempo a los ojos y agaché la mirada, fue ahí cuando entraron mis dos amigas Jenny y Carmen nos vieron y nos dijeron: Que, aún no se dan ni un beso, creo que necesitan ayuda, cada una nos agarró a los dos y trataron de hacernos besar a la fuerza, Manuel casi me da un beso pero pude poner a tiempo mi mano en mi boca y no pudo hacerlo, realmente ambos no queríamos que fuera a la fuerza, para nuestra suerte el recreo había acabado y todos estaban subiendo y entrando al salón, mi mejor amiga me pregunto qué había pasado, yo le conté todo y se mató de risa, ella era muy alegre y mi confidente, pero tampoco le conté sobre mis verdaderos sentimientos hacia Manuel, todos creían que a mí no me gustaba y que yo era solo su amor platónico, menos Sami.

Sami era una buena amiga mía hasta ese momento, al menos yo lo creía así, pero después de unos días ella me demostró lo contrario, ya la había notado rara conmigo desde hace meses, sentía que me miraba mal pero no sabía porqué y no le tomaba mucha importancia ya que pensaba que eran ideas mías. Pero cierto día, cuando salimos al recreo, ella se acercó a mí cuando yo estaba mirando desde el balcón como jugaban los demás,  y me pregunto de frente: ¿Te gusta Manuel verdad?, se me hizo muy raro que me pregunte algo así de la nada, pero no podía decirle que sí, porque sabía que todos se enterarían y me molestarían mucho, por eso le dije que no, a lo que ella me respondió algo molesta y con voz fuerte, estas mintiendo, me he dado cuenta que si te gusta, porque si no, no dejarías que te molesten con él, a lo que yo le respondí: A la que parece gustarle más bien es a ti, por eso te pones así ahora, y Sami me respondió: al principio me gustaba un poco pero luego ya no, es feo y no me cae al igual que tú, porque siempre te quieres quedar con todo, eso me sorprendió y le dije: porque hablas así, eso no es verdad, tú no eras así acaso ya no te acuerdas que antes jugábamos juntas e ibas a mi casa a contarme tus cosas incluso te hice muchos favores, o podrá ser posible que tú me odies por lo que pasó aquella vez que le dije a Juan tu recado, mira si Juan respondió eso, yo no tuve nada que ver, él es mi mejor amigo, nunca fuimos algo más incluso cuando tú me confesaste que te gustaba y me pediste que se lo diga, lo hice porque tú eras una buena amiga para mí, pero yo no puedo mandar en sus sentimientos y si no le gustabas yo no podía hacer nada, no fue mi culpa, entonces ella muy enojada me dijo: No es por eso (en realidad si fue por eso), ya no me importa ningún chico de aquí, todos son unos tontos, no sé qué tienes tú que todos te quieren pero yo ya no quiero ser tu amiga. Que ella me dijera eso me dolió mucho, me hizo sentir mal, nadie me había dicho eso antes, desde ese día nuestra amistad no volvió a ser la misma y con ella todo fue diferente, lo último que le dije ese día fue que extrañaré a la Sami de antes y luego regresé al salón.